En la actualidad tenemos muchos medios para conseguir desarrollar nuestras capacidades, pero no siempre estamos dispuestos a hacer el camino que se necesita para conseguirlo, ya sea por las creencias que tenemos o por los inputs que nos traslada nuestro entorno. Muchas veces nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, convenciéndonos que es mejor no intentarlo, de esta manera sino lo conseguimos, evitaremos vivir la frustración del momento. Sólo unos pocos consiguen potenciar sus capacidades, ya que están dispuestos a salir de su zona de confort y vivir situaciones complejas, pero también inolvidables, donde la suma de las dos, crear no sólo al verdadero deportista, sino a la verdadera persona.